por Ariel | Abr 2, 2019 | Cosmética Natural, Notas
Cosmética natural: la única opción (parte 3)
“Natural” hace referencia a que su composición contiene ingredientes de origen vegetal, pero no todos los cosméticos que tienen algún ingrediente de origen vegetal son naturales, siempre debemos fijarnos en el listado de ingredientes de un cosmético para comprobar qué activos son de origen natural y cuáles no. Lo natural no tiene químicos sintéticos, las etiquetas pueden ser engañosas y usar términos como eco, orgánico y natural en productos que realmente están elaborados con activos sintéticos.
La denominación de un cosmético como natural, deviene estrictamente de su composición, aquellos certificados como Biológicos, Ecológicos u Orgánicos deben cumplir requisitos más exigentes tanto en su listado de ingredientes, como en el proceso de fabricación, el embalaje y el respeto al medio ambiente. La trazabilidad del producto debe estar garantizada por algún tipo de estas certificaciones. Estos tres térmicos significan lo mismo con algunas diferencias, pero todos llevan un exhaustivo control de los procedimientos para garantizar a través de un certificado, que se cumple lo que se proclama. Sus usos y reglamentaciones dependen de cada país. BDIH (Alemania). COSMEBIO (Francia). ECOCERT (Francia). ICEA (Italia). SOIL ASSOCIATION (Inglaterra) NATRUE. CRUELTY FREE. ORGÁNICO ARGENTINA (Argentina), etc.
También varían los porcentajes según la norma y reglamentación. Por ejemplo, en un producto natural, el agua, que generalmente es el mayor porcentaje en un producto como crema o champú, etc. Puede ser certificada como natural, pero no como orgánica, ya que la normativa de una Certificación Orgánica se corresponde con prácticas y métodos de producción agropecuaria de las materias primas e insumos.
Para que un cosmético pueda ser calificado como tal, existen certificados oficiales como el Ecocert que exige la utilización de ingredientes procedentes de recursos renovables y transformados por medio de procedimientos respetuosos con el entorno y, además, un mínimo de éstos ingredientes, deben obtenerse a través de la agricultura ecológica. Según esta certificadora, el 95% de los componentes siempre tienen que ser de origen natural, para poder hablar de cosmética natural, aunque la cifra puede variar ya que existen otros certificados con diferencias en las normativas.
La tendencia de crecimiento en los productos naturales para la cosmética está en auge, al igual que están en baja y cuestionados por el mercado (no tanto por la ciencia) los párabenos, siliconas, aceites minerales, perfumes, colorantes, PEGs, derivados del formol, derivados del aluminio, amoniaco y ftalatos. Cada vez existe más información al alcance de la mano de los consumidores, por lo que mucha gente empieza a cuestionarse el origen de los ingredientes de los productos cosméticos y a buscar sustitutos naturales.
El porcentaje importa
No es lo mismo un 1% de un conservante natural que un 0,07% de un conservante químico convencional y no hay estudios relevantes sobre la acumulación de esta toxicidad en el cuerpo. Si bien el primero es ecológico se usa más de 100 veces la cantidad, esto no solo eleva el costo, tendríamos que ver qué pasa con un conservante certificado en nuestra piel en esas cantidades. Los conservantes matan bacterias tanto benéficas como maléficas por igual.
Existen multitud de páginas y blogs que hablan de estos temas, incluso aplicaciones como ‘INGRED’, CLEAN BEAUTY, EWG HEALTHY LIVING, que analiza las composiciones al realizar una fotografía de la lista de ingredientes que se utilizan en la fabricación de jabones y otros productos cosméticos y también alimentos. Pero aquí no solo cuentan los ingredientes, también es importante el proceso productivo. Aunque este esté ajeno a las etiquetas.
Los procesos de producción
Muchas veces el proceso productivo encarece el producto y lo determina; en la industria del jabón, por ejemplo, los ingredientes químicos sintéticos aceleran el proceso de secado y endurecimiento con respecto a los artesanales que necesitan entre 30 y 90 días de secado y estacionamiento, por otro lado, existe un proceso industrial de secado y compactación de alta tecnología que es muy costoso para las pequeñas industrias.
Los ingredientes naturales y los procesos productivos adecuados que puedan manipular sin dañar o contaminar esos ingredientes elevan el costo de estos productos. Pero debemos comprender que no hablamos de productos “caros”, sino más costosos. Caro es un producto que no vale lo que se lo paga, costoso es un producto que tiene en sus ingredientes y en su proceso de elaboración la mejor calidad de materias primas y de tecnología para que así sea y esto debemos comprenderlo para no comparar peras con melones.
Muchos productos o materias primas son acusados de ser cancerígenos por el mercado y los consumidores sin que haya estudios científicos concluyentes. Las empresas se ven obligadas a pagar indemnizaciones millonarias por la decisión de un tribunal y los consumidores ponen a esas empresas o esos productos o materias primas en una lista negra. Pero cuánto hay de lobby detrás de estos casos de otras empresas de la competencia no lo sabremos en forma inmediata. Lo mejor es siempre actuar con prudencia y ante la duda no consumir un producto que está siendo cuestionado, al margen de las guerras del mercado.
Cuando hablamos de cosmética natural, no hablamos de un producto mejor o peor en forma aislada, hablamos de una visión integral donde entran en juego todos los intereses creados por esta cultura. La explotación de recursos no renovables, la contaminación en la extracción de materias primas y en los procesos productivos y en los desechos que dejamos en el medio ambiente por las industrias y por el consumo indiscriminado de productos sintéticos que desechamos en miles de toneladas diariamente, además de la carga toxica acumulada en el organismo. Es mucho lo que falta por hacer y cambiar, pero los consumidores tenemos el poder de la demanda y demandamos más productos e industrias saludables.
Ignacio Conde
Nota Publicada en la Revista Convivir en Abril de 2019: https://www.convivirpress.com/cosmetica-natural-la-unica-opcion-3ra-parte/
por Ariel | Mar 2, 2019 | Cosmética Natural, Notas
En la cosmética Natural no se utilizan petrolatos, químicos sintéticos, o sustancias artificiales, ni ingrediente que sean de origen animal o testeado en animales, o realizado con ingredientes genéticamente modificados. Asimismo, deben ser productos sin conservantes tóxicos para la salud. No se emplean en la elaboración de los mismos, ni perfumes sintéticos, sustancias animales, siliconas, parabenos, ni colorantes artificiales.
Durante la elaboración de los productos de cosmética ecológica se debe cumplir una serie de normas y pasar por los diferentes sistemas de control con el objetivo de obtener un producto de calidad y con garantía de que “es natural”. Los packaging de los productos de Cosmética Natural deberían ser reciclables y sustentables por lo menos en un porcentaje considerable, aunque la industria todavía no está preparada realmente para dar respuesta inmediata a esta cuestión.
Al no existir una norma precisa sobre la cosmética ecológica, determinadas empresas privadas certificadoras han creado diversos certificados para controlar la composición y el proceso de elaboración de los productos. Existen cada vez más certificados para garantizar al consumidor un producto de calidad que corresponda realmente a sus expectativas.
Se aconseja familiarizarse con todos estos sellos con el fin de verificar de manera sencilla cuál es el producto de cosmética ecológica adecuado a tus necesidades y, sobre todo, no perjudicial para la piel y la salud o el medio ambiente. Pero no toda la cosmética natural está certificada. Existen muchas complicaciones para que esto sea así en esta parte del Cono Sur. No hay oferta de materias primas para cosmética natural certificadas, o las hay, pero son muy pocas y no alcanza para un desarrollo completo de productos y si la materia prima no está certificada en el país u homologada, no puede el producto final ser certificado como orgánico o natural.
Ante esta situación es importante que el consumidor sepa leer las etiquetas y sobre todo la letra chica de los productos. Por otro lado, entender los métodos de producción y las limitaciones. Antes de criticar un producto natural porque tiene tal o cual componente, debemos saber porque está allí y en qué porcentaje. Si está dentro del 5% y no es peligroso para la salud, posiblemente no tenga un reemplazo natural o este mismo existe, pero es tan costoso que hace inviable el producto. Hay materias primas naturales que pueden llegar a valer 100 veces más que uno no natural por la complejidad que implica obtenerlo y esto hace inviable al producto comercialmente.
Existen ventajas de los productos naturales frente a otros productos sintéticos, pero esto depende de cada persona y su metabolismo, la elección debe adaptarse al tipo de piel y sus necesidades. Por ejemplo, alguien con alergia a una planta determinada ya sea en extractos vegetales o en aceites, debe seleccionar marcas dermatológicamente testeadas. Ni todo lo natural es bueno ni todo lo químico es malo. Debemos verlo dentro de un contexto y siempre con el resto de componentes.
Muchas marcas que se definen como naturales, contienen más químicos sintéticos que otras que no se definen como tal. Los cosméticos naturales están indicados para todos tipos de piel y tienen una mayor tolerancia, aunque las plantas como cualquier ingrediente de origen natural, pueden provocar alergias en un momento determinado. Este tipo de cosmética está orientada a reducir los tóxicos en piel, pero también está relacionada con la filosofía del respeto al medio ambiente. Desde los cultivos de las plantas sin pesticidas ni herbicidas o fertilizantes sintéticos, el sistema de fabricación y mano de obra sin explotación e incluso el uso de envases biodegradables.
La conservación de estos productos al no añadirles conservantes químicos reduce su fecha de caducidad, por lo que los organismos de control obligan al uso de los mismos, ya que un producto natural vencido o en descomposición puede generar tanto o más daño a la salud como un toxico sintético.
Los productos que llegan a los comercios pasan por un control de Salud Pública, pero muchas veces se desconocen los efectos a largo plazo de algunos de sus ingredientes químicos. De hecho, la Organización Mundial de la Salud alertó hace años en un informe realizado conjuntamente con Naciones Unidas dejo en claro que muchas sustancias químicas sintéticas, cuyos efectos sobre el sistema hormonal todavía están por investigarse, podrían tener importantes repercusiones en la salud a mediano y largo plazo.
Tengamos en cuenta que no siempre las alternativas aparentemente naturales lo son tanto, y hay que saber que el hecho de que un ingrediente sea 100% natural no significa que no tenga efectos secundarios. No todo lo que es natural es inocuo, de hecho, muchos venenos mortales son de origen natural. Lo que es indiscutible es que, existen alternativas naturales para prácticamente todas las necesidades de cosmética y belleza y es una tendencia que crece cada año. Y esta en nosotros los consumidores hacer que esta demanda crezca y exigir cada vez más regulaciones a la industria para que se transforme en una industria eco sustentable.
Ignacio Conde
Nota original publicada en la Revista Convivir en Marzo de 2019: https://www.convivirpress.com/cosmetica-natural-la-unica-opcion-ii/
por Ariel | Feb 2, 2019 | Cosmética Natural, Notas
Un cambio de consciencia en el consumidor como única opción.
Un cosmético puede considerarse “Natural” cuando está compuesto por un 95% de materias primas naturales de origen vegetal. No existiría una cosmética 100% natural en general. Algunos productos cosméticos lo son, otros todavía tienen algún conservante -aunque sea suave- para garantizar su durabilidad, algún emulsionante, o alguna materia prima que por la complejidad de su formulación todavía no se ha encontrado un reemplazo natural.
Para garantizar y validar estos porcentajes surgieron las certificadoras que avalan que ese porcentaje permitido de agregados no vegetales, puedan ser usados en la cosmética natural. Estos pueden ser de origen mineral, o gaseoso, pero no debe ser toxico ni generar irritación y llevar la aprobación de las certificadoras internacionales.
Muchas marcas presentan productos como naturales y luego al leer en la etiqueta sus ingredientes vemos que no es así. Algunos ingredientes muy frecuentes en cosméticos (agua, sales, minerales) no pueden ser certificados como ecológicos, ya que no se los considera si no se obtienen de la agricultura. Otro ejemplo es que, en algunos champús y cremas, el agua es el compuesto mayoritario, se la considera natural pero no ecológica, ni orgánica, por lo que el producto contiene entre un 10% y un 40% de ingredientes ecológicos, pero es válido para 95% de ingredientes naturales.
Los productos con Aceites Esenciales, Mantecas, ceras o Aceites puros vegetales, que no contienen agua y no necesitan conservantes, pueden ser considerados 100% con ingredientes ecológicos.
En Cosmética Natural es muy importante diferenciar entre Aceite vegetal proveniente de la agricultura y aceite mineral proveniente de la industria del petróleo. Cuando se trata de hidratar y nutrir la piel es imprescindible utilizar productos que la beneficien, pero ¿cómo estar seguros de que la crema corporal o facial que usamos cumple con este propósito?
La piel es un indicador de salud, de estilo de vida y belleza. Esta ejerce funciones muy valiosas y delicadas, por lo que es vital aprender a cuidarla. Los productos cosméticos que usamos a diario si son elegidos correctamente le aportarán muchos beneficios. Para esto es importante no solo la frecuencia de aplicación de los productos, sino conocer qué tipo de productos estamos utilizando. Los productos de cuidado personal están divididos de acuerdo a sus componentes principales, los producidos con petrolatos y aceite mineral y los elaborados con aceites y ceras vegetales.
Los Aceites vegetales son un nutriente, un alimento para la piel, los aceites minerales o petrolatos son tóxicos y dan una falsa sensación de hidratación generando un desgaste prematuro de la piel, ya que esta no puede metabolizarlos. A los aceites minerales se les da varios nombres, pero el origen es el mismo: mineral oil, parafina, parafinum liquidum, Vaselina, todos vienen de la destilación del petróleo crudo
Estos derivados del petróleo llegan a ser hasta 100 veces más baratos en algunos casos, que sus reemplazos vegetales y como penetran muy poco en la piel, dan la falsa sensación de estar humectados, una ilusión de hidratación, cuando lo que están haciendo es bloqueando los poros con una pátina que da brillo y un sensorial de bienestar. Este efecto a largo plazo daña los mecanismos naturales de hidratación de la piel y la hace dependiente de las cremas, creando adicción.
Los aceites vegetales puros constituyen una alternativa extraordinaria a la cosmética de cremas y lociones tópicas hoy en día. De hecho, existen aceites para cada tipo de necesidad, y todos resultan increíbles para la piel, delicadas, secas, dañadas o grasas y son mucho más eficaces que la mayoría de los cosméticos convencionales.
Es una tarea compleja el que la gente comprenda lo perjudicial que puede llegar a ser el uso diario de la cosmética industrial, pero cada vez son más las personas que acuden a la cosmética natural, ya que los beneficios de cada aceite o cera vegetal son visibles y dan resultados de forma inmediata.
En promedio, las mujeres utilizan entre 10 y 17 productos de belleza diariamente según la cultura o el lugar geográfico, productos como maquillajes, cremas, exfoliantes, tratamientos capilares, perfumes, desodorantes, pasta dental, entre otros, que de no elegirlos adecuadamente pueden dañar la piel, porque ésta funciona como una esponja que absorbe más de 120 químicos tóxicos diferentes de la industria cosmética convencional que se encuentran en los cosméticos y productos de higiene del uso cotidiano, generando un cóctel químico perjudicial para la salud de la piel y el organismo.
La cosmética orgánica, biológica, natural o ecológica está de moda. Todo lo que tenga que ver con el ecologismo y el naturismo está en auge, pero más allá de la moda hay un cambio de conciencia en el consumidor. Además, la cosmética natural tiene un compromiso con el cuidado del entorno y el Medio Ambiente, porque en su producción está prohibido el uso de químicos sintéticos y prácticas de producción contaminantes.
Este tipo de productos llevan activos vegetales de cultivos ecológicos donde no se han utilizado pesticidas ni abonos petroquímicos. Además, son productos sin colorantes, sin perfumes sintéticos, siliconas ni sustancias de origen animal y su proceso de transformación no contamina el medio ambiente.
Tampoco en la cosmética natural se realizan testeo en animales. La Cosmética Natural además debe cumplir una serie de normas, desde la elección de los ingredientes hasta los métodos de elaboración que se utilizan. Todo el proceso completo, desde la materia prima usada hasta llegar al producto final puesto a la venta, es aprobado por mecanismos de control que certifican la calidad del producto.
Ignacio Conde
Nota Publicada en la Revista Convivir en Febrero de 2019: https://www.convivirpress.com/cosmetica-natural-un-cambio-de-consciencia-en-el-consumidor-es-la-unica-opcion-1ra-
por Ariel | Dic 2, 2018 | Interés General, Notas
Tenemos fecha de vencimiento. Está en nuestros genes, pero buscamos desesperadamente una reválida para tener la opción de unos años más. La ciencia pone a prueba la imaginación y avanza por los caminos más intrincados y desconocidos en busca de la prolongación de la vida o la inmortalidad.
Mientras tanto buscamos permanecer lo más perpetuamente jóvenes que podemos con todo lo que el mercado y la ciencia nos ponen al alcance. Hoy parece mas importante lucir jóvenes que saludables, una tendencia que por suerte empieza a cambiar con una vuelta a lo natural, pero es en un pequeño sector de la población, mientras la mayoría busca ansiosamente el cuadro de Dorian Grey.
El mercado juega sucio en esto y desplaza cada vez más rápidamente la edad modelo de los anuncios hasta el punto que casi todas las publicidades están dirigidas a los niños y adolescentes. El hombre y la mujer madura, casi no tienen espacio salvo en productos especializados para determinada edad.
Poco a poco se van perdiendo las diferencias en las modas y en los elementos de uso cotidiano homogenizando los usos y costumbres para llegar a tener hasta 4 o 5 generaciones que visten igual y adoptan las mismas costumbres.
La procesión va por dentro y por más que te vistas de adolescentes y uses sus cortes de pelos, sus tatuajes y sus piercings las arrugas del rostro y las manos nos delatan. Además de la enorme frustración que genera la cantidad de momentos al día en los que nos sentimos, que no estamos a la altura de las circunstancias, que las exigencias siempre son más de las que podemos cumplir y que ya no basta con el Make Up, que las nuevas tecnologías nos superan y que los lenguajes de la posmodernidad se expresan en un idioma intuitivo y ya nuestro cerebro lógico racional va quedando demodé.
La misma naturaleza nos sugiere y nos muestra el camino a seguir para escapar de esta trampa que tan cuidadosamente ha elaborado el marketing masivo de las últimas décadas. No se puede lucir joven sin ser saludable. Mas halla del inexorable paso del tiempo, cuando una planta o una flor están en un ambiente saludable lo expresan en su color y su vigor. Del mismo modo una persona con una alimentación y un ambiente saludable va a expresarlo en su cuerpo y su semblante.
Ser saludable es mantenerse joven por más tiempo. Aquí está el secreto para escapar de la perversa trampa del mercadeo. Una nutrición saludable, acompañado por el uso de productos de higiene y cosmética saludable y en un ambiente saludable van a dar como resultado una expresión 100% saludable y esto se nota a la distancia. No es la falta de arrugas lo que me hace joven, sino como llevo y acepto mis marcas de expresión.
Una actitud saludable y armoniosa mejora nuestras defensas, eleva nuestra energía y tanto la piel, como el resto de los órganos lo expresan. Entonces uno nota, lo bien que le quedan esas arrugas que demuestran madures y dan personalidad, lo bien que quedan esas canas que reflejan sabiduría y comprensión. Ser saludable, es ser joven y estar lleno de vida.
Estas fechas de final de ciclo, un año que termina y uno nuevo que comienza, nos llevan a la reflexión y enfocarnos en una vida más saludable para nosotros y nuestros seres queridos se hace fundamental en estos momentos de crisis medioambiental.
Ignacio Conde Nota Publicada en la Revista Convivir en Diciembre de 2018
por Ariel | Nov 2, 2018 | Sin categoría
De aroma herbáceo y fresco
Con propiedades antibacteriales, astringentes, antisépticas y purificantes.
Jabón Vegetal: indicado para piel normal a grasa con tendencia al acné. Excelente aliado para la higiene diaria, brinda una agradable sensación de frescura, elimina el exceso de grasitud y, por la acción antibacterial de sus componentes, ayuda a tratar el acné y contribuye a la no proliferación de hongos, siendo ademas un antiséptico natural. En hombres con tendencia al acné es ideal para la higiene de la barba, como así también en reemplazo de cremas o espumas de afeitar.
Línea Capilar: indicada para cabellos normales a grasos y/ o dañados. El Bio Champú limpia en profundidad eliminando el exceso de grasitud del cuero cabelludo. Por sus propiedades tónicas, fortificantes, antioxidantes, antimicóticas y bactericidas contribuye a mejorar el estado del cabello, fortalece el crecimiento y mantiene saludable el cuero cabelludo. El Bio Gel Reparador es un gel natural de celulosa libre de componentes oleosos que desenreda sin empastar el cabello dejándolo liviano, sedoso y con vuelo.
Ungüento Balsámico: tratante de afecciones de la piel, picaduras y paspaduras. Por sus componentes, antisépticos y descongestivos ayuda a aliviar el picor y la inflamación de picaduras de insectos.
Leche Balsámica: fórmula purificante reparadora, indicada para piel grasa o dañada. Contribuye a controlar la grasitud y combatir el acné. Rica en antioxidantes que contribuyen a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.
Jabon Fluido: Excelente aliado para la higiene diaria del rostro, manos y cuerpo, de baja y delicada espuma. Promueve una limpieza profunda sin agredir la piel, garantizando una higiene segura en lugares públicos sin riesgo de contaminación. Brinda una agradable sensación de frescura, ayudando a eliminar el exceso de gratitud, a tratar el acné y evitando al proliferación de hongos.
Bio Desodorante: Relajante, antiestrés. Con extractos vegetales de hamamelis, jengibre y tomillo, y aceites esenciales de lavanda y melisa. Su formula exlusiva le confiere propiedades antibacteriales, astringentes, protectoras y odoriferas. Ayuda a mantener la piel fresca, protege e hidrata sin irritar la piel.
After Shave: Crema ligera de textura fluida y delicado aroma herbáceo de rápida absorción. No deja capa oleosa en la piel. Refrescante, reparadora e hidratante. Esta exclusiva formula ayuda a calmar la irritación provocada por el afeitado, previniendo la proliferación de agentes microbianos.