El segmento de los productos saludables, es un nicho del mercado, que no solo, viene creciendo permanentemente, sino que está en permanente cambio y en constante transformación. Las empresas están “haciendo escuela” en este ámbito y deben adecuarse a las demandas de un consumidor exigente.
Para un mercado de complejidad, como lo es el de la cosmética y la alimentación saludable, estos cambios son prometedores. Este mercado que no es tan propenso a generar grandes saltos y transformaciones, sino a un crecimiento lento y gradual, comienza a sorprender. Estos nuevos cambios han comenzado a dar batallas en distintos frentes. Estas Batallas son culturales, ecológicas, políticas y sociales. Están calando hondo en el sistema de producción, comercialización y distribución de la industria y las empresas.
Estamos asistiendo a una verdadera revolución del mercado, donde el consumidor, cada vez más consciente, ya no quiere más de lo mismo, ni en la forma de producir, ni en la forma de vender ni en la forma de consumir. Comienza a cuestionar desde el origen de las materias primas y sus métodos de cultivo o extracción, hasta los residuos y desechos de una industria demonizada.
Pero no todo lo que se produce es material tangible. La tecnología digital también nos trae desechos, contaminación visual y auditiva, mientras la industria alimenticia nos da una falsa sensación de colores, sabores y aromas artificiales. Ciertos consumidores hoy comienzan a ver las estrategias de marketing y la publicidad invasiva como antiecológica, irrespetuosa y poco ética.
Los nuevos consumidores han comenzado a estudiar el perfil de las empresas y a difundir masivamente sus puntos débiles u oscuros. Esto está produciendo cambios y adaptaciones en otras áreas del mercado y la industria en forma sistemática y global, con mucha resistencia por parte de las multinacionales que se resisten a través de una guerra del marketing.
Esta revolución incipiente, no es de ahora ni espontanea. Las últimas décadas han acelerado estos procesos. Las nuevas tecnologías y el acceso a la información son fundamentales para que este fenómeno comience a crecer de forma sostenida, creando nuevos hábitos y comportamientos en los consumidores que se orientan cada vez más hacia una demanda de productos cuidados, ecológicos y saludables. Empezando por la alimentación y los productos de cuidado personal.
La cosmética natural irrumpe en la última década en Argentina y Sudamérica como un cambio notorio en este mercado de lo saludable y con exigencias de demandas muy superiores a las ofertas del mercado actual. Muchas empresas y cadenas de comercio, se encuentran con dificultades a la hora de querer satisfacer esta demanda por la falta de profesionalismo y habilitaciones, distribución y administración de los emprendimientos incipientes del rubro.
Los últimos sondeos y encuestas de consultoras arrojan como resultado, que la cosmética natural es el segmento de mayor demanda y más prometedor en este mercado en crisis. El problema surge cuando se pretende lograr nuevos resultados haciendo más de lo mismo. Ya no es una cuestión de marketing o nuevas presentaciones de viejos productos. La demanda es seria, el consumidor más exigente y los hábitos de compras nuevos. En este nuevo ciclo ya no es tan fácil engañar al consumidor que cada día está más atento a verificar que lo que promete el producto se ajuste a la letra chica de las etiquetas.
Muchos ya no creen en las panaceas artificiales que todo lo resuelven en forma instantánea, pero trae consecuencias no deseadas o efectos secundarios muy poco deseados y hasta peligrosos. Los productos alimenticios y los productos de uso personal no son lo que parecen y el consumidor busca nuevas alternativas más saludables.
La nueva cosmética natural, combina lo mejor de la naturaleza, con lo mejor de la ciencia, no solo otorga una sensorialidad nueva y más placentera, sino que además garantiza que los nutrientes y bases que aportamos a nuestra piel y nuestro organismo para nutrirlo saludablemente, son naturales y cumplen con los procesos adecuados para que no se oxiden o pierdan su potencial activo cuando lo vamos a usar. Algo que la cosmética artesanal tampoco puede garantizar, salvo en honradas excepciones. Pero tanto en la cosmética como en la alimentación saludable la demanda crece y es cada día más sofisticada y exigente.
Toda la tendencia mundial se orienta hacia productos más saludables y eco sustentables y esta demanda no para de crecer y Argentina y Sud América no están exentas de este crecimiento, pero con muy poca experiencia en desarrollo y producción industrial en estas áreas, ya que hasta ahora solo se hizo la experiencia en el sector agropecuario y las empresas de alimentos saludables y cosmética son muy incipientes, como lo son también las regulaciones de las mismas.
En este sentido las desventajas son muchas. Argentina carece de muchas de las materias primas para la elaboración de estos productos y se depende de la importación de insumos y materias primas; por otro lado las regulaciones son pobres y desventajosas, ya que no se han homologado certificaciones a nivel internacional que nos permitan certificar la calidad de productos de elaboración industrial aquí; ya que las regulaciones apuntan solo a los regulaciones solo para productores. Otra desventaja es lo poco competitiva de nuestra economía con respecto a la compra de insumos importados y los valores en origen y alto costo de producción nacional con respecto a valores del primer mundo.
Esta desventaja se hace más difícil cuando los productos del primer mundo invaden el mercado local con precios muy por debajo del costo de producción local. Algo que debemos mirar y señalar con alarma, ya que este mercado incipiente hay que alentarlo para poder acceder a una mejor calidad de vida para nosotros como sociedad y para el medioambiente, para poder preservar la biodiversidad y el ecosistema y satisfacer las exigentes demandas de un mercado que está comenzando a ser adulto.
Ignacio Conde Nota Publicada en la Revista Convivir en Noviembre de 2017
https://www.convivirpress.com/crisis-y-oportunidades-en-el-mercado-de-lo-saludable/
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