Por Ignacio Conde para Convivir Press, diciembre de 2022.
Los valores están trastocados y los medios nocivos de comunicación utilizan la desinformación a través de grupos de expertos en ingeniería Lingüística, como arma neurológica de programación masiva. ¿Es muy probable que bajo este asedio los valores, no los volvamos a recuperar a no ser que, ……apaguemos internet? ¿TV, cable? ¿celular? ¿O nuevas regulaciones que no permitan el asedio constante a través de formadores de opinión? ¿Prohibido mentir? ¿Prohibido especular o manipular? No, todavía no hemos regresado al Edén, sino que rodamos por la Torre de Babel cuesta abajo.
Es difícil hablar de valores y principios sin abrir largos y extensos debates, pero hay que sentar las bases más obvias, el sistema social debe estar al servicio del ser humano y no al revés. La cultura debe tener al ser humano como valor central y a sus necesidades y meta necesidades, a sus deseos y meta deseos, orientados hacia una vida saludable y en armonía con el entorno, no hacia una sociedad de consumismo masivo de banalidades y sin ningún respeto por la vida.
A lo mejor es momento de sentar nuevos valores. ¿Qué es Ser Humano? Suena complejo y contradictorio, porque si bien el lenguaje nos diferencia de los animales, estos suelen tener una comunicación más precisa que la nuestra y si bien la religión científica oficial tiene la creencia de que somos animales evolucionados, lo cierto es que de animales tenemos tanto como de plantas y minerales, pero el resto de las especies no sufren de teorías crónicas o teorías críticas, como la especie humana.
En principio una sociedad formada por seres humanos, tendrían al menos, al ser humano como valor central. Donde todo lo demás se modelaría para beneficio de este. Esto no es así en nuestra realidad, hoy en día, es el ser humano el que debe adaptarse a un sistema esclavizador e indigno, vacío de toda humanidad y modelado para beneficios de unos pocos… ¿Humanos? ¿Dónde queda el valor del ser humano en nuestra sociedad y en nuestras mentes y corazones? ¿Se nace humano o se hace en la experiencia de vivir? ¿Cómo quiero yo vivir mi humanidad?
Hoy la humanidad plantea más interrogantes que respuestas. El Homo Sapiens que corona la cúspide de la evolución con la adquisición del lenguaje y la escritura y con la posibilidad de acumular y transmitir el conocimiento, no sabe de dónde vino, ni adónde va, ni tampoco sabe para qué está. Además, está acorralada en un callejón sin salida, porque las corporaciones, que cobraron vida propia hace más de un siglo, amenazan con destruir todo el ecosistema y responsabilizan mientras lo hacen a toda la humanidad como especie nociva, parásita y depredadora. Un poco más de disonancia cognitiva no le vine mal a la especie. ¿Cómo es esto de que unos pocos llevan una violenta agenda antihumana y la especie humana no los ajusticia?
La disonancia cognitiva es justo para eso, para que no podamos reaccionar. Si todo nuestro sistema de valores está siendo puesto en duda sistemáticamente, es muy difícil tomar decisiones acertadas. Esto lo saben las corporaciones y hoy se apoyan en inteligencia artificial para aturdirnos con mensajes contradictorios, desinformación y transhumanismo. Quién lleva una agenda tan perversa, como para difundir la posverdad, el transhumanismo, ¿y la neolengua?
Está claro que el lema “divide y reinarás” se cumple; y cuando todo el sistema de enseñanza y educación está destinado a generar la lateralidad de los hemisferios cerebrales, es para que no podamos usar todo el potencial de nuestro cerebro humano y veamos la realidad escindidos de la misma. “En principio fue el Verbo y por él, todas las cosas fueron hechas” dice en la Biblia y somos lenguaje, lo confirma la ciencia (o la creencia científica).
Hablemos claro y para que se oiga: somos humanos y queremos una vida saludable en comunión con el entorno. Para que esto pueda ser verdad, las corporaciones, la posverdad, el transhumanismo y el consumismo despiadado No pueden seguir siendo parte de la agenda. Hay que llevar a juicio a los responsables del ecocidio más grande de la historia conocida, perpetrado por genocidas corporativos y políticos sin escrúpulos◼
Escrito por Ignacio Conde, cofundador de Boti-K Puro. Publicado en Convivir Press en el mes de diciembre del año 2022.
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