Nueva normalidad, nueva sensibilidad
Si hay algo de cierto en esta guerra de desinformación entre “Apocalípticos e Integrados” parafraseando a Umberto Eco, es que solo los “buitres” pueden pretender volver a la vieja normalidad, ya que vivíamos en una “normalidad” carroñera, depredadora y desbastadora. Es necesario entender este punto, para comprender el conflicto que está viviendo la humanidad y el por qué de una nueva normalidad.
La Nueva Normalidad podrá proyectarse sobre cualquier tendencia, pero no puede volver a ser normal el hambre, la miseria, la guerra, la depredación y la explotación del hombre por el hombre. La preocupación por la supervivencia, la enfermedad, el miedo, la competencia y todo aquello de lo que se ha estado alimentando el viejo paradigma hoy se enfrenta a muerte con los valores que se alzan de colaboración, solidaridad, ecología, bien común y, sobre todo, la necesidad de proyectar un futuro que el viejo paradigma viene cerrando y negando.
La urgencia en los modelos productivos, en los modelos de educación, en los modelos de comunicación y en los modelos de asistencia y distribución debe ser entendida de una forma innovadora que permita recuperar a la sociedad, al medioambiente y a la naturaleza. El agotamiento de los recursos no renovables, la contaminación, la burbuja económica y la matriz industrial obsoleta, nos tienen secuestrado el futuro como individuos, como sociedad y como especie. Hoy la guerra está establecida entre muchos focos de poder, pero no podemos poner en riesgo al ser humano y al planeta creyendo que el transhumanismo o la IA (Inteligencia Artificial) serán la solución.
Esta experiencia nueva de globalización e hiperconectividad nos muestra lo mejor y lo peor de cada rostro, de cada paisaje, de cada sociedad y es necesario un nuevo acuerdo para la humanidad, donde la ecología y el humanismo se entrelacen en un nuevo paradigma de integración sin perder la individualidad, la riqueza de la propia cultura y el origen. Tantas herramientas tecnológicas y conocimiento científico no pueden convertirse en esclavos del dinero o armas de control social.
Más allá del manto de ceguera tendido por los medios masivos de explotación de conciencias, está claro que, en el tablero de juego internacional, las contradicciones del sistema han quedado expuestas y vemos como el tercer mundo y el primer mundo conviven en cada país. Los intereses espurios, el lucro con la vida y la salud, la explotación de masas y la indolencia hacia la crisis social, están a la vista. Y reclaman una nueva mirada y una nueva sensibilidad.
La Nueva Normalidad cuando se establezca, si se establece, debería encontrarnos preparados para salvarnos como especie y salvar al planeta. El antiguo paradigma de conciencia basado en la lógica y el raciocinio, en la competencia, el juicio, la crítica y la supervivencia del más apto, está obsoleto y no puede sacarnos del lugar donde nos ha hundido como sociedad y como especie, al borde de un colapso económico, político, cultural, social y ecológico.
Nos urge la conciencia ecológica colectiva, nos urge una nueva sensibilidad integradora como sociedad. Frente a este nuevo paradigma, la nueva sensibilidad se manifiesta como una mayor empatía por los sistemas vivos y todas las especies incluyendo la nuestra. El hombre está abordando nuevas formas de pensar, de sentir, hablar y actuar, y organizarse; que prefiguran una nueva red de comunicación y contacto entre los seres humanos. El hombre nuevo intuitivo, se está gestando, incubando en el nuevo orden familiar y comunitario que nace en las nuevas redes vecinales y los grupos en red para asistir ante las emergencias en todas la áreas de la sociedad.
La Nueva Normalidad debería traernos una nueva sensibilidad que nos permita orientarnos en la oscuridad que se cierne sobre el mundo, para desterrar la crueldad de todos los sistemas que nos integran como sociedad. Un nuevo hombre intuitivo basándose en su inteligencia emocional, relegada hasta ahora por el establishment lógico racional, despertará a un nuevo mundo holístico y creativo que reformará la sociedad desde sus bases.
Ignacio Conde
Nota original publicada en la Revista Convivir en Junio de 2020: https://www.convivirpress.com/nueva-normalidad-nueva-sensibilidad/
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